Los Jefes
Mario Vargar Llosa, Premio Nobel de Literatura |
Genero:
cuento literario
Sub-genero:
narración urbana social
Personajes:
. Principales.
·
Protagonista
·
Lu
·
Javier
·
León
2 Secundario:
·
Raygada
·
Amaya
·
Ferrufino
·
Gallardo
·
Romero
Resumen:
Aparecen los alumnos de secundaria del colegio
protestando en el patio contra la decisión del director Ferrufino de no
publicar los horarios de exámenes. El director sale y les increpa por lo que
considera una vergüenza; señala además que está consciente de que el alboroto
es promovido por un solo alumno (no se sabe si se refiere al
narrador-protagonista o a Lu). Raygada sale al frente y pide cortésmente la
reposición de los horarios; pero el director no da su brazo a torcer.
En esta sección se explica la razón
de la animadversión del protagonista con Lu: había sido desplazado por éste de
su liderazgo de su banda (llamada “los coyotes”) tras un duelo a puño limpio.
Pero ahora, ante una causa común, el protagonista acepta que Lu sea uno de los
líderes de la protesta estudiantil, conjuntamente con él y su amigo Javier. Sin
embargo, se da a entender que lo que en el fondo deseaba el protagonista era
vengarse buscando la ocasión propicia para dejar mal parado a Lu. Sea como
fuese, lo cierto es que convocan a los alumnos a replegarse al malecón. Allí los arengan Javier y el protagonista; luego
proponen formar una comisión que debía entrevistarse con el director, mientras
que el resto del alumnado debía esperar en la plaza Merino.
El protagonista, Javier, Lu y
Raygada integran la comisión que se entrevista con el director. Éste les vuelve
a increpar su conducta, a la que califica de rebelión e insurrección. Los
ánimos se caldean y Lu se atreve a responderle al director, quien ya enojado,
expulsa de su oficina a todos. Los “jefes” retornan a la plaza Merino, donde
estaba la concentración de alumnos. Continúan callados su camino por la avenida
Sánchez Cerro, silenciosos; el resto de alumnos les siguen.
Incómodo ante tanto mutismo, Lu no
se contiene y se dirige a los alumnos. Les cuenta cómo el director les humilló
y se negó a reponer los horarios; lo acusa de abusivo e incluso de haber pegado
anteriormente a un alumno, apellidado Arévalo. De pronto se escucha la voz del
protagonista, quien califica de mentira la acusación de Lu, pero éste continua
su discurso, azuzando a los alumnos a tomar una acción más drástica: una
huelga. Nadie debía entrar al colegio hasta que se repusieran los horarios. El
protagonista y Javier acuerdan apoyarlo.
Decidida la huelga, los de cuarto y
quinto de secundaria rodean el colegio; Lu y los “coyotes” custodian la puerta
trasera. La consigna es no dejar entrar a ningún alumno. Sin embargo, una gran
dificultad sería impedir el ingreso del alumnado de primaria. En efecto, ya
pasado el mediodía, iniciado el segundo turno (antiguamente se estudiaba mañana
y tarde) llegan en tropel los de primaria. Los “jefes” tratan de convencerlos
para que se replieguen al río y se dediquen a jugar; muchos aceptan pero otros
protestan, temerosos de ser expulsados. De todos modos se impone la voluntad de
los mayores y los de primaria se repliegan. Los “jefes” se ven alentados por
este triunfo inicial. Enseguida llegan los alumnos de media (primer a tercer
año de secundaria), quienes dicen venir a apoyar la huelga, aunque van
uniformados y con sus útiles, lo cual causa suspicacia. De todos modos, se
reúnen todos y deciden marchar hacia el río; los de 5º van al frente, seguidos
por los de media, aunque a paso cansino. Sin embargo, cuando se hallan ya cerca
de la plaza Merino, alguien les avisa que en la puerta del colegio se estaba
produciendo un lío. La muchedumbre se disgrega y se dirigen a ver lo que
sucede. Ven a Lu, junto con los coyotes, armados de garrotes y tratando
infructuosamente de contener a un tropel de alumnos de media que intentaban
ingresar al colegio. Finalmente la puerta se abre e ingresan a la carrera los
alumnos; la huelga culmina así, en fracaso. Lu culpa al resto de los “jefes”
por dejarlo solo en la puerta, con un puñado de coyotes; intenta agredir al
protagonista y lo reta a otro duelo. Pero los demás los calman, y Lu y el
protagonista terminan dándose la mano.